Buscar este blog

lunes, 15 de junio de 2020

Un socio cabrón.


Después de mucho pensarlo, os comunico que ya sé a quién se refería Ortega y  Gasset cuando decía aquello de yo soy yo y mi circunstancia.

El descubrimiento fue casual, se produjo después de acabar de pagar todos los boletos que juego a la  semana, la  bonoloto, la primitiva, el euromillones y el gordo de la primitiva. Fue en ese momento cuando tuve una revelación que me iluminó él magín.

    ¡Qué cabronada!—me dije— Si me tocara una “pastuqui”, el 20% del premio se lo quedaría mi Circunstancia.

¿Y quién es la circunstancia? La circunstancia es el Estado. Mi socio cabrón, el mismo que  tiene el santo papo de quedarse con el 20% de mis hipotéticos premios sin por ello sentirse obligado a colaborar en nada. Un claro ejemplo de morro máximo, de ejercicio de autoritarismo colosal.

Lo demás, mandangas.

Oye, y la gente no protesta, qué va, ni se cabrea, ni sale a la calle a manifestarse. Nada. La  gente da por bueno el expolio. Un 80% de hipotético premio les parece suficiente. Tengo entendido que, en algunos juegos, admiten Estado como animal  de compañía. Tengo entendido que la gente vota  a quien le jode.

Pero, se acabó. Desde aquí os hago saber que me opongo frontalmente  a esta ley impuesta por el  PP y más concretamente por el pistolero que tenían de ministro de Hacienda, Montoro. Me niego por tres razones: porque hay derecho, porque me sale de los perendengues y porque me da la gana. ¿Pasa algo? Pues eso, me niego. Ni unidad de España ni bandera ni hostias a la vinagreta. Yo lo que quiero es que el Estado me devuelva mi hipotético 20% y que se queden con el rosario de su madre, o de la de Montoro, que para el caso me es igual, que me es lo mismo.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario