Es verdad, no vale la pena.

Hacer dibujos ni escribir tiras sobre la pseudorealidad que nos dejan entrever, porque siempre vendrá la/el Ayuso de turno a redoblar el órdago y disparar el índice de tonterías. Aparte de eso, todo bien. Aquí me hallo, debatiéndome entre qué adjetivo usar, si mejor o peor, para  referirme al Gobierno; o cuál usar para referirme a la Oposición.

Según la Oposición tenemos el peor Gobierno del mundo mundial. Se dieron cuenta cuando vieron a Joe Biden, alias The Mummy, sacar a pasear al Presidente Sánchez a que hiciera sus necesidades sin mearle encima de la pernera del pantalón.

¡40 intolerables segundos!, dijo la Community Manager del PP, la señorita Ayuso. Que Felipe Uve  Palito se haga un Balduino de 24 horas y que se ponga en huelga de firma. 

Sin embargo yo, que presumo de equidistante, de hecho me consta que entre mis perendengues existe la misma distancia, mídase desde dónde se mida, creo que la Oposición es la peor oposición que podíamos tener opositando. Y no lo digo porque sean golfos y apandadores, que también. Lo digo porque hay otro  adjetivo para definir este esperpento: distinto.

Sí, amigas y amigos, en España todo es distinto. Ni mejor ni peor.  Aunque mi percepción es que la Oposición es peor y que el Gobierno distinto. Lo único que ha cambiado últimamente es que Ayuso ha pasado de ser Community Manager de Pecas, el perro de Esperanza Aguirre, a Influencer del PP.

Talentos marca España.