Buscar este blog

lunes, 27 de julio de 2020

Las flechas del amor.


Imagino que habréis leído o hablado de lo que le está pasando a emérito, y que por consiguiente sabéis de que lo acusan, ¿de qué lo acusan?, aunque creo que es “de nada”, y que como eso todavía no está tipificado en el Código Penal, pues no pasará nada. Todo se quedará en libelo, según las autoproclamadas buenas gentes defensoras del inviolable follador. Así que, emérito es bueno y campechano y hombre que tanto antes cuando era rey o después cuando llegó emérito, se puso en tu lugar y robó por ti. ¿Qué más se le puede pedir a personaje tan principal? Se sacrifica y roba por España. Una Grande y Libre. Qué pasa, ¿tú no lo harías? ¿No robarías si España te lo consintiese? Porque, yo sí. Tengo vocación de servicio. No es por presumir, pero a mí lado Alí Babá  de aprendiz no pasaría. Pero, lo tengo que decir, a mí más que lo de mangar lo que me habría gustado es haber sido novio de Emérito. ¡Cáspita, que no! Lo iba a tener como un jaspe, con su  bandera del Japón en el culo. Además, tampoco me habría venido mal jubilarme con el famoso Plan de Pensiones La Zarzuela. De alto rendimiento. Con su tanto por ciento por felación interanual y todo. No le falta de nada. Incluso te regalan una máquina de contar billetes. Pero, genuflexiones aparte, lo que queda meridiano es la gran empatía que siente Emérito, y que comparto al cien por cien, por las cachondas sean las usufructuarias rubias, morenas o pelirrojas. Discriminación no, gracias. No me extraña que el vulgo que comparte su afición lo admire y lo premie, y que consienta que cada vez que toque el Euromillones en Españistán sea él el agraciado. Merecido, que digo merecido, ¡merecidísimo lo tiene! Qué suerte tenemos de gozar de emérito tan suertudo, y de que el muy Bribón disponga de una Fortuna de mil pares de eslora. Sin embargo, lo que no sabéis, y yo os voy a contar, es quién está detrás de todos los infundios que la canallesca de la prensa difunde contra él: Cupido. Tal como os lo digo, Cupido. El dios del amor no soporta a don emérito y se defiende acusándolo ante el Tribunal de la Competencia de disparar flechas del amor cargadas de millones de euros con la banderita de Españistán de adorno y de competencia desleal.

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario