Imagino que habréis
leído o hablado de lo que le está pasando a emérito, y que por consiguiente
sabéis de que lo acusan, ¿de qué lo acusan?, aunque creo que es “de nada”, y
que como eso todavía no está tipificado en el Código Penal, pues no pasará nada.
Todo se quedará en libelo, según las autoproclamadas buenas gentes defensoras
del inviolable follador. Así que, emérito es bueno y campechano y hombre que
tanto antes cuando era rey o después cuando llegó emérito, se puso en tu lugar
y robó por ti. ¿Qué más se le puede pedir a personaje tan principal? Se
sacrifica y roba por España. Una Grande y Libre. Qué pasa, ¿tú no lo harías? ¿No
robarías si España te lo consintiese? Porque, yo sí. Tengo vocación de
servicio. No es por presumir, pero a mí lado Alí Babá de aprendiz no pasaría. Pero, lo tengo que
decir, a mí más que lo de mangar lo que me habría gustado es haber sido novio
de Emérito. ¡Cáspita, que no! Lo iba a tener como un jaspe, con su bandera del Japón en el culo. Además, tampoco
me habría venido mal jubilarme con el famoso Plan de Pensiones La Zarzuela. De
alto rendimiento. Con su tanto por ciento por felación interanual y todo. No le
falta de nada. Incluso te regalan una máquina de contar billetes. Pero, genuflexiones
aparte, lo que queda meridiano es la gran empatía que siente Emérito, y que
comparto al cien por cien, por las cachondas sean las usufructuarias rubias,
morenas o pelirrojas. Discriminación no, gracias. No me extraña que el vulgo
que comparte su afición lo admire y lo premie, y que consienta que cada vez que
toque el Euromillones en Españistán sea él el agraciado. Merecido, que digo
merecido, ¡merecidísimo lo tiene! Qué suerte tenemos de gozar de emérito tan suertudo,
y de que el muy Bribón disponga de una Fortuna de mil pares de eslora. Sin embargo,
lo que no sabéis, y yo os voy a contar, es quién está detrás de todos los
infundios que la canallesca de la prensa difunde contra él: Cupido. Tal como os
lo digo, Cupido. El dios del amor no soporta a don emérito y se defiende
acusándolo ante el Tribunal de la Competencia de disparar flechas del amor
cargadas de millones de euros con la banderita de Españistán de adorno y de
competencia desleal.
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lunes, 27 de julio de 2020
Las flechas del amor.
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