Personas hay que
utilizan el popular sistema Inglés en 8 días para aprender el idioma de
Shakespeare, y de gentes estamos enterados que optan por irse al extranjero más
extranjero para aprenderlo.
Los papuchis de Leonor
no se cuentan en ninguno de los dos bandos. Ellos no se van a vivir ni a
aprender nada al extranjero. ¡Lástima! Ellos guardan equidistancia y envían a
la niña en vez de irse todos.
La cuestión ha sido muy
criticada entre los que envían a sus hijos a hacer lo mismo, ampliamente
debatida entre los que gastan sus ahorritos en un cursillito de verano para el
nene o la nena y abiertamente denostada entre los ninis que desconocen el uso
de cualquier idioma.
Envían a Leonor, a un
colegio multiétnico y multicultural, con su camisita y su canesú, con su
asistente y sus guardaespaldas, para que en el college, la vástaga, no eche a faltar
nada. Cualquier precaución es poca. Conviene no perder de vista a los becarios,
que allí tienen cupo, no vaya a ser que los papuchis apoquinen la pastuqui para
nada. Porque, nos hacen saber que son ellos los que pagan la matrícula, no como
la matrícula de los demás, que deben creer que la paga el Estado, aunque todo lo
demás lo pagues tú, que para algo España es una democracia a escote y
parlamentaria por demás.
Y la verdad, yo no sé
si los papuchis de doña Leonor estarán haciendo lo correcto de cara a los
intereses de España, ¡esa marca! Tengo mis dudas. Me viene a la mente a la
mente el caso de Lady Di, ¿prima de Isa Pi? ¿Y si doña Leonor conociera varón
en cuerpo de moro o se nos liaba con un negro, con el asistente o con algún número
de la guardia civil encargado de protegerla? ¿Y si volviera y les dijera a sus
papuchis en correcto inglés I am embaracé? ¿Qué pasaría?
No sé, ¿quesquesé se
merdé.
Lo importante, ¿habrá
algún día oposiciones a Jefe de Estado en España o seguirán siendo de acceso
restringido?
Así que, que se vaya
Leonor y buen viaje. Que la acompañen sus papuchis, que tomen buen ejemplo del
abuelo, que en Gales, tierra de mineros, la mamita se sentiría como en casa,
papito aprendería a tañer la botella de sidra y el abuelo podría seguir siendo
feliz con sus mulatas, digo muletas.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarPodéis recibir las actualizaciones de este blog pulsando SEGUIR un poco más abajo.
ResponderEliminar