Si bien poco, o más
bien nada esperaba de los políticos del PP (los olmos nunca dieron peras), sí
que esperaba algo del PSOE. Sin embargo, mis esperanzas fueron pagadas por las
mentiras de los primeros y por el cinismo de los segundos.
Y digo mentiras en el
caso del PP, porque ésta gente no sólo es capaz de defender lo imposible (siempre
que de pleito rico se trate, por supuesto), sino que incluso son capaces de
llegar al extremo de negar la evidencia. Y claro, así no se puede. No hay
manera.
Por su parte, los
cínicos del PSOE (y conste que me refiero a sus más altos cargos), se comportan
al igual que los funambulistas. Siempre en el alambre. El caso más sangrante de
su cinismo, que no el único, es declararse partido republicano (en los estatutos
escrito lo tienen) y luego defender a la monarquía. Y así llevan 40 años.
Tocando los timbales.
Y conste que lo de la
Monarquía, en el caso del PSOE, es sólo la punta del iceberg. También podría
hablar de la opaca Ley de la Transparencia, de los sueldos aprobados en la
época de Felipe González para los ex presidentes, de la corrupción sistémica
(han tenido tanta, o más, que el PP), del
grupo paramilitar llamado Gal que montaron o administraron… En fin, que podríamos
rememorar aquí La Historia interminable, aunque en esta ocasión versión rosa
capullo.
Llevamos 40 años conviviendo
con mentirosos y cínicos. Estamos tan acostumbrados a que nos mientan que ni si
quiera nos damos cuenta de cuándo lo hacen. Tampoco nos damos cuenta, por lo
que se ve, de la tupida red que han tejido y hasta dónde han llegado.
Tan exagerada es la
cosa, que la separación de poderes se antoja una ilusión, una sombra, una
ficción; y se ve nítidamente cuando las cosas llegan ante el altísimo supremo
(que le zurzan a las mayúsculas que no se las merecen), porque nunca pasa nada;
y es que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son.
Detrás de la subida de los extremistas (derecha, izquierda. Da igual. Son la misma mierda) están los mentirosos, los cínicos y sus compinches. Volvemos a la Europa fascista.
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