Lo reconozco
abiertamente: soy un mindundi. Si a que nadie me llame para solicitar mi
opinión sobre nada le uno que tampoco nadie me pide que firme ningún manifiesto,
el resultado es desalentador. Es prueba de lo anterior. Reitero: soy un
mindundi.
Porque, sí, la verdad,
a mí me gustaría que me llamara alguien, los de La Coz de Galicia mismamente
podrían servir, y me preguntarán: “díganos,
don Teixe, ¿y usted a quién va a votar?”
Quedaría
pensativo—postureo, pues todo el mundo sabe que yo no pienso—, haría algún
ademán impreciso y dejaría brotar ese fluido verbo que poseo: “Pues, vera usted, me congratula que me haga
esa pregunta…”
Seguro que una vez
publicadas mis declaraciones quedarían muy campechanas, que el plumilla se
aplicaría en su redacción y que el retratista me cogería por el lado bueno. Es
más, creo que si esa eventualidad sucediera mi persona alcanzaría tales cotas
de popularidad que una de dos: o los de la cultura me invitan a firmar un
manifiesto o los de Tele 5 me fichan para practicar el salto de helicóptero.
Después de eso, y rendido a la evidencia de mi célebre celebridad, tendría que aceptar la propuesta de
los del ¡Hola!, para posar con los pies descalzos en alguna de mis mansiones.
Porque una cosa trae la
otra. Y si no me creéis, os pongo ejemplos para que rectifiquéis. Además,
recordar: rectificar es de sabios. Así, que rectificar y tendréis derecho a
estiramiento de meñique.
Incluso me invitarían a
firmar el último manifiesto que circula por ahí, uno llamado “Tú decides”, y
que ya han firmado todos los habituales de la firma de manifiestos y todos los
que firman por el mero hecho de haber sido invitados, sin leer ni lo que
firman. Almodóvar, Sabina, Víctor Manuel, Almudena… ¿Sigo o ya os hacéis una
idea? Los intelectuales habituales. Eso sí, creo que Sabina, intelectual por el
turno del pareado, también firmó un no sé cuántos en favor de Arcadi Escapa.
Imagino que, como es natural, también lo habrían invitado y que, como siempre,
ni leyó lo que firmó.
Ante lo anterior, y si
tuviera que decir la verdad, cosa que
tampoco veo la necesidad, os diría que a mí puesto en esa tesitura me pasaría
como a Sabina, también hubiera firmado. Es más, fijaros si Sabina y yo somos
gente educada, que cuando yo voy por la calle y paso por delante de alguien que
recoge firmas para algo siempre detengo la marcha y firmo.
Lo cual demuestra
varias cosas: que soy un tipo solidario de cojones, que me gusta leer y que soy
tan educado que si alguien me invita a
algo no tengo cuajo de rechazarlo. Puestas así las cosas, si a mí me hubieran
invitado a firmar el manifiesto “Tú decides”, cosa que nadie ha hecho, lo
hubiera firmado. Incluso hubiera firmado la cosa esa de Arcadi Espada. ¡Qué
cojones, por firmar que no quede! La
pena es que, al parecer, si a mí nadie me invitó, tampoco nadie se
acordó de invitar al bueno de Andrés Calamaro, otro afectado, y claro a la
primera oportunidad Calamaro vengo el menosprecio sufrido. Cómo para
reprochárselo. Por eso, cuando fue entrevistado con ocasión de algo, aprovechó y declaró
que él votará a Vox.
Y como es natural,
después se quedó como estaba, panceta. Hay foto. Añado que circula otra versión
más explícita que sostiene que cuando era pequeño Calamaro se cayó de la cuna afortunadamente sin consecuencias: pues quedó como estaba, tonto perdido.
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