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lunes, 25 de enero de 2021

Desgracias de España.

 

Año 1996, José María Aznar decide no desclasificar unos documentos que tiene el CNI (antes CSID) del caso GAL y como consecuencia de ello el Tribunal Supremo no puede juzgar a Felipe González ahorrándole una presumible condena.

Actualidad. Ambos ex presidentes siguen dando lecciones de ética y  llenándose los bolsillos a cuenta del erario público disfrutando  de leyes ad hoc hechas exclusivamente para su beneficio.

Pero llega el siglo XXI y continúan las viejas componendas:

El Presidente Rajoy, y toda la cúpula del PP, cobran sobresueldos en B y ni la Fiscalía ni la Agencia  Tributaria encuentran momento ni hora para abrir los correspondientes expedientes, la Fiscalía no actúa de oficio y nadie los enjuicia.

¿Funcionan en España la separación de poderes? Si eres un robagallinas, por supuesto. Si tienes galones de Estado, no.

 Se ve clarísimo en el caso emérito de España, antes Jefe de Estado, del que después de toda la vida cobrando comisiones por los barriles de petróleo que importaba España, con el plácet del Gobierno, y cuando se sabía que se había dedicado en cuerpo y alma al viejo oficio de comisionista y se había demostrado que tenía dinero opaco y sin declarar en el extranjero, el Gobierno optó por dejarlo irse de  rositas y seguir pagándole los gastos con el dinero de todos.

Porque, ¿acaso ha pasado algo, o PSOE,  PP y VOX han hecho algo para impedir los latrocinios? Al contrario, entre todos le han echado un capote y han ayudado, están ayudando, a tapar sus delitos.

La historia se repite, por enésima vez, con el Supremo, con la corrupta Universidad  y con el cuento del Máster de Casado. La mierda siempre acaba debajo de las alfombras y los ciudadanos poniendo cara de tontos diciendo que no entienden nada y en cuanto tienen ocasión votando por los corruptos.

¡Dios, qué democracia tan demócrata! Qué exagerados son los votantes  del PP, los de VOX, los del PSOE y los valencianos en particular que, cuando ya se había demostrado que Camps era un corrupto, fue reelegido por mayoría absoluta. Cosa que, para  más recochineo, también ha sucedido en incontables lugares.

Así que, Welcome to Spain, tierra de corrupción interminable.

A consecuencia de tanta ignominia, tanta mentira y tan exagerada desfachatez, algunos nos preguntamos, ¿por qué los gobernantes de España, al menos los que hasta  ahora hemos tenido, no persiguen de oficio la corrupción? ¿Por beneficio?

 

 

domingo, 24 de enero de 2021

No siento España.

 

Debo ser  un tipo raro, no siento España por mucho que me persigne y rece un padrenuestro todas las mañanas al salir de casa. Para mí que debo ser víctima de alguna paradoja o de mi educación. También me declaro ateo, antes decía agnóstico. Mi conversión al ateísmo se produjo la mañana que visité Auschwitz y caí en la cuenta que, si Dios existía prefería no conocerlo. Sin embargo, por lo que veo, los que declaran ser “normales” sienten España, aun rezando igual que yo; aunque, al contrario que yo y la mayoría,  después se pasan el día a Dios rogando y con el mazo dando. Así que mejor, no. Que el mal lo hagan esos, los iluminados que sienten cosas. El resto, los demás, deberíamos preocuparnos y ocuparnos de esos anormales que presumen de normales, de ponerles coto y vereda y mandarlos a clase de parvulitos a aprender a razonar. A ver si encuentro la lámpara de Aladino y les hago  gozar con mis deseos. Lo que no sé es si tendría suficiente solamente con tres con la cantidad de bacalao que en España hay para cortar.  

jueves, 21 de enero de 2021

Episodios semanales.

 

Acaba la semana con la comparación que Pablo Iglesias hizo de Puigdemont y los exiliados republicanos españoles y empieza la siguiente con el endiosado Iglesias defendiéndose de las críticas recibidas diciendo que a él nadie le da lecciones. A mí, este chico cada vez me recuerda más a Felipe (el González) cuando afirmaba que él estaba dispuesto a sacrificarse por España. A soberbio ya le está empatando. Pero los despropósitos no terminan ahí, después viene lo del ministro Escrivá. El mentiroso ministro dice rotundo y cabreado que la propuesta  de incremento de pensiones jamás existió, pero cuando le demuestran que sí existió el ministro sigue en su puesto de ministro a día de hoy. Creo que deberían cesarlo terapéuticamente por dos motivos obvios: o es un mentiroso, que lo es, o tiene alzheimer, que no lo creo. Pero la cosa no termina  ahí, después vino lo de Murcia. ¿Sabíais que en Murcia tienen 450 altos cargos? Pues, sí los tienen. ¡Viva el derroche! Y todos, juntitos de la mano, fueron a ponerse la primera  chuta de la vacuna. Parecería que fueran esenciales o sanitarios o mayores de 80. Pero no,  son de Murcia, miembros todos de un gobierno trifachito y ladrones vacunados. Por cierto, hoy los periódicos afines ni mencionan el asunto. Es disculpable, están ocupados con el nuevo jefe del imperio, con que  el Real Madrid palmó con el Alcoyano y con la explosión del edificio madrileño repleto de curas. Definitivamente, el demonio anda suelto y desatado.

domingo, 17 de enero de 2021

¿Socialcomunistas o social lereles?

 

Si en algo coinciden Casado, el del falso máster; Teodoro, el campeón de lanzamiento de huesos de aceituna; Abascal, mamandurrio variopinto y negacionista de ocasión y la inefable Ayuso, la que hizo que nos olvidáramos de Aguirre y la cólera de Dios en cero coma, es que todos dicen que el gobierno actual es socialcomunista. Y parecería que estuvieran a un tris de tener razón, pues esconderse y oponerse a investigar las presuntas corruptelas cometidas por emérito, dejar sin escarmiento los títulos fake de la universidad que regaló el máster de Casado y no denunciar ante los tribunales el más que obvio alzamiento de bienes de la familia de Ayuso, la verdad, da mucho que pensar sobre esta pandilla de hipócritas dopados de banderita. Si a lo anterior, le sumamos el republicanismo del que hace gala el Psoe, al tiempo que se muestran  más papistas que el papa en cuanto  alguien denuncia, lo que sea, de la Casa Real, también habría que concluir que este gobierno socialcomunista, según el decir  de los felones, es más lerele que social. En todo caso, estamos ante un gobierno social-monárquico. Porque de sociales con el resto tienen más bien poco. Vale, exagero, más sociales que Casado o Abascal se les supone, si  tenemos en cuenta que es ese par de sociales no tienen nada. Aun así, el gobierno de social tampoco es; porque un gobierno que presume de ser de izquierda, que se niega a subir el SMI, que envía a Bruselas una propuesta para subir el cómputo de las pensiones de 25 a 35 años y que se hace cómplice de la Casa Real  ocultando sus trapicheos ni es social ni comunista ni es patriota ni es nada: Son sociallereles. Un gobierno de mucha prédica y poco trigo. Claro que, tampoco nunca hasta ahora habíamos tenido un gobierno que gozara de semejante oposición llena hasta los bordes de botarates, comparsitas y de lereles.

viernes, 15 de enero de 2021

Gracias, aplausos.

 

Después de dar las gracias a los sanitarios, con aplausos incluidos, y a los peones que limpian de nieve Madrid y ya harto de tanto aplauso y de dar las gracias me fui al cine. Fui a ver la última de la trilogía Vote. ¿Las habéis visto? Son cojonudas, yo ya había visto las dos primeras: Vote a un sinvergüenza y Vote  a un millonario y me quedaba esta: Vote a un gilipollas. La mejor, sin duda. La publicidad dice de ella que es de una acción trepidante. Sin revelar nada, diré que en esta  nueva entrega se ve a un gilipollas llegar a presidente, después a sinvergüenza, para acabar por último en millonario. Y fin. Me gustó tanto que aplaudí a rabiar y a dar las gracias como un loco. ¡Qué peliculón, Dios mío, qué peliculón! Fijaos si será buena la peli, los políglotas a esto le llaman flin, que está subvencionada por el Gobierno de España, por la Comunidad de Madrid, la de Galicia, la de Albacete y por un señor de Morata de Tajuña con posibles que pasaba por allí. Sin duda, estamos ante otro éxito del cine español. Y es que, amigas, amigos, vivimos en un gran país. El mejor del mundo para vivir. Aquí no asalta el Capitolio Torsito Desnudo disfrazado no sé qué, ni nadie es llevado a la cárcel “a la carta” a pedir comida orgánica, ¡qué va!, aquí nuestros dirigentes tienen el don de la anticipación y antes de que pidas nada te sirven un zurullo. Comida orgánica de calidad. Así que, que aprovechen ustedes. Sigan votando PP o PSOE y después sigan tocándome los perendengues enviándome un meme para que baje el machete de la luz, que yo lo agradeceré con aplausos y gracias. Por nada, claro. O sea, como siempre.

miércoles, 13 de enero de 2021

La medalla del suertudo.

 

Cuando nací, ya estaba en casa. Hablo de un libro, Geografía Universal. En él venían algunas fotos  de lugares del mundo que se quedarían grabados por siempre en mi retina. Después, cuando acabé  2º de bachillerato con excelentes notas, aparte  de aquel Scalextric y de la escopeta de balines que me acompañaría toda mi adolescencia, mi tío Enrique, que no era mi padrino, pero al que todos llamábamos así, me regaló un libro que se convertiría en libro de cabecera: Maravillas del Mundo. Han pasado años, y aunque ninguno de estos dos libros sean ya de referencia para mí, fundamentalmente porque  me los sé de  memoria, engrosan mi imaginario de cosas inconclusas y de sitios a los que tengo que ir, o a los que me gustaría ir, antes de que sea evidente mi fecha de caducidad. También creo que si a ese par de libros uno el hecho de haber nacido en un taxi, que se estrenaba ese día, estoy ante la auténtica clave de bóveda  de mi vida: viajar. De hecho, me he pasado la vida de viaje. Y aunque, casi siempre, lo hiciera por los mismos sitios, como hacen todos los viajantes, nunca me he cansado de hacerlo ni tampoco nunca he dejado de disfrutarlo. Soy un tipo afortunado. He disfrutado de cosas y he estado en sitios con los que siempre había soñado. He sido aceptablemente feliz. Soy uno de esos suertudos que  se levantan casi siempre de buen humor. Siempre más que ayer y menos que mañana. La medalla del suertudo. En fin, cosas del humor, del  buen humor.

martes, 12 de enero de 2021

Información delirante.

 

Leo en un periódico que Sánchez salió de la Moncloa en pleno temporal de nieve en un 4x4 y que cuando se bajó del coche enseñó unos zapatitos muy monos, lo que llevaba puesto,  y unos calcetines ejecutivos  estirados hasta  la  rodilla. Por supuesto, como no podía ser de otra  manera, el plumilla redactor se preguntaba por lo apropiado de la vestimenta presidencial. Incluso, metiéndose ya en cuestiones de estilo-organizativas-pinrelianas y presidenciales, el plumilla se tomaba la licencia de recomenrle  al presidente  comprarse unas botas. Pero cuál no sería mi sorpresa, cuando después de  leer eso abrí otro  periódico de enjundia y me encontré con Casado, ya saben, ese chico, fotografiado con una palita. ¡Ostras, ¿y el rastrillo?! ¿Quién le mangó el rastrillo al míster? Que levante la mano el malandrín. Al parecer, Casado despejó de nieve, él solito, todo Madrid y parte de Moratalaz, y porque lo frenaron que si no… Tanto se entregó a la currela, que doña  IDA, señora de oso y madroña de la España cañí, dice que lo va a promover a  Máster Zangolotino. Y después, barra libre: porras y churros. Claro, después de leer cosas tan relevantes, he perdido las ganas por saber si los socialcomunistas tendrán el belfo suficiente de subir el cómputo de la jubilación de 25 a 35 años. No sé, ¿quién se interesa por cosas de chichinabo cuando la prensa carpetovetónica-española ofrece historias  tan  relevantes como las del ceniciento  Sánchez o la de Casado y su palita?