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domingo, 28 de marzo de 2021

Disculpadme, pero no.


 

A mí, que alguien fabrique algo en un país asiático, pagando jornales asiáticos, y por 20 céntimos la unidad y que después venda en algún país occidental, la misma unidad (pongamos una camiseta), por 20 euros, me parece un robo. ¡Un robo y una tomadura  de pelo! Por mucho que semejantes robos estén aceptados, sea legales y demás mandangas, es un robo. Mire como se mire.

También  es un despropósito propio de sociedades consumistas, autocomplacientes e idiotizadas hasta el paroxismo.

Si a lo anterior, además, le añadimos el “peloteo” descarado y la complacencia que algunos artistas muestran ante semejantes prohombres, a los que borrarlos de la faz de la tierra sería mucho más útil, quizá nos daríamos cuenta que estamos ante un problema de imposible resolución.

Y eso es lo que ha pasado estos días en los que unos roqueros gallegos compusieron una cancioncita dedicada con todo mimo a Amancio Ortega. Con todo el papo y armados de guitarras, loan su legendaria riqueza conseguida a costa de deslocalizar la fabricación de sus productos, de dejar en la ruina e hipotecados a cientos de talleres locales, y fortuna conseguida, en todo caso, a base de vender por muchísimo lo que cuesta poquísimo fabricar.

¡Loor para Amancio y muerte para el rocanrol!

Desde que los Rollings hicieran aquella campaña de Luis Vuitton, el sueño revolucionario que aportaba aquella música tocó a su fin. Se acabó el sexo, se acabaron las drogas y murió el rocanrol por tantísima repetición. Su lugar fue ocupado por esa desfachatez llamada mercado.

Lo que no sé, a lo mejor ni han reparado en ello, es por qué estos músicos no fueron directamente al meollo de la cuestión y no lamieron, todos al unísono, el escroto del anciano Amancio con ocasión de tan augusto cumpleaños. Ya puestos. Porque, avisados los imagino de que, don Amancio, también tiene escroto. Así que, ya sabéis pelotillas, al temita y con fruición. Por la sombra, y que el babeo os dé réditos y plusvalías.

miércoles, 24 de marzo de 2021

Rociíto, el ex-picoleto y la niña.


Bueno, pues vale. Vaya por delante que a mí el fulano tampoco me caía bien. Es más, si por casualidad encendía la tele y me encontraba a esa garrapata perorando sus miserias, apagaba la tele antes de que el asco acabara derivando en náusea. Sin embargo, la gente disfruta juzgando estos espectáculos esperpénticos. Precipitadamente quizás, sin pruebas suficientes siempre. Y es que, pese a las grandes equivocaciones, acuérdense de Dolores Vázquez, la falsa asesina de Rocío Wanninkhof y su paso por la cárcel, no aprendemos: la gente seguirá haciendo uso de su libre albedrío y dándole a la lareta, porque como decía el fachorro y gran cineasta Clint Eastwood: “las opiniones son como el culo, todo el mundo tiene”. Y claro, así nos va. Los mismos periodistas que antes la acusaban de mala madre basándose en simples sospechas o presunciones, ahora mudan apresuradamente de opinión. Las ratas ya se sabe. Sea como fuere, tenga razón quién la tenga, lo importante no es la verdad, lo importante es opinar y poder tirar piedras. Quizá precitadamente. Siempre en aras de la demagogia. Ese mal tan extendido, que lo abarca todo, y única cosa en la que están de acuerdo políticos, ciudadanos y tertulietas al mejor postor. Incluso los hay, las hay, que van más allá y practican el dictamen apresurado. “El problema de la Justicia en España es que la inmensa mayoría de los jueces son hombres”, asegura la directora de un periódico con gran precipitación. Y tampoco es verdad. En España hay 5.419 jueces. 2.923 mujeres y 2.496 varones. O sea, otra opinión basada en la famosa base de datos NPI (Ni Puta Idea). Aunque, esas cifras sean otro error y esté equivocada, pues, en España, por lo que se ve, hay casi 50 millones de jueces. Por cierto, “la niña”, hablo de la hija del ex picoleto y de la hija de la más grande, ya tiene 24 añitos de niña y a su escaso currículum en materia de estudios, se le suman varias condenas por maltrato en el cuerpo de su madre. En fin, estamos ante un espectáculo bochornoso. Otro más, ¿y cuántos van? Y así hasta el verano.

 

miércoles, 17 de marzo de 2021

"Socialismo o libertad", la guerracivilista IDA.


                                                                                    IDA Pop Star

Poco se podía imaginar Calígula que nombrar cónsul a su caballo Incitatus serviría 2000 años después de fuente de inspiración a Esperanza Aguirre a la hora de nombrar responsable de sus redes sociales. Porque, efectivamente, así fue. Resulta que Aguirre tenía un perro de nombre Pecas, que era pequeño, chulapo y macarra y tenía un problema. En realidad dos: tenía Twitter e incapacidad para teclear. Sin embargo, Aguirre encontró una solución. Nombró a una chica, hasta ese momento mileurista, como Redactora Jefa de Pecas y sanseacabó el asunto. Fue así como Pecas, de la mano de aquella chica, de apellido Ayuso, alcanzó gran notoriedad y el mundo se enteró de sus perrunas intenciones. Los tuits, siempre redactados en vulgar chotis, se hicieron virales una y otra vez, y la chica que los redactaba ascendió a los altares al tiempo que caía en los infiernos la dueña de Pecas y mentora de Ayuso. Poco importó a los lectores de culebrones, que son los sufridos votantes españoles, saber si la chica cobraba dinero público o no. Eso no era lo importante, lo principal es que gracias a Pecas, el perro de Aguirre, Ayuso empezó su lucha contra reloj para llegar a acrónimo: IDA. Nunca un acrónimo definió tan bien a alguien. Y es que, según IDA, si te llaman fascista quiere decir que estás en el lado bueno de la historia. Así que, madrileños ya sabéis: si queréis estar al lado de Franco, Hitler o Mussolini sólo tenéis que ir votar el 4 de mayo por IDA, la ex Redactora Jefa del perro Pecas. 


viernes, 5 de marzo de 2021

No diga Ratoncito, diga Álvaro.


 

Algún día se contará como un gran hito la aportación que don Emérito de Campechano hizo al descubrimiento de la verdadera identidad de Ratoncito Pérez.  A partir de ahora, si quiere hablar con propiedad, no invoque a Ratoncito Pérez cada vez que se le caiga un piño, invoque a Álvaro de Orleans. Él será el que acuda y le agasaje con unos viajecitos. Porque fue él el señalado como el auténtico Ratoncito Pérez. Al menos, de la Irreal Casa. Esta información, al parecer, ya ha sido contrastada por la Agencia Tributaria, por el Gobierno y demás poceros, que como es sabido son fuentes de gran insolvencia. Pese a tal cúmulo de evidencias, Eduardo Inda, periodista especializado en pozas, charcos, lodazales y con cuenta abierta en esa red social conocida por Villarejo News, discrepa abiertamente y afirma que tararí que te vi, que no es posible que Álvaro (don Álvaro para los muy cafeteros) sea Ratoncito Pérez porque el pobre desgraciado (se refiere así a don Álvaro) no tiene donde caerse muerto. Otra  cosa bien distinta son los avalistas de don Emérito, esos extraños personajes a lo que nadie sabe cómo referirse o cuáles son sus nombres y apellidos, porque no se sabe si son ayudantes de Ratoncito, si cobran intereses Orleans, con más de dos dígitos de rentabilidad, o si simplemente se  trata de la banda de Ali Babá que de nuevo sale al rescate de don Emérito de Campechano. Sea  como sea, lo cierto es que en la Agencia Tributaria acumulan años y polvo sobre los muchos expedientes que don Emérito tiene abiertos, y se toman las cosas con la calma del que espera un fatal desenlace que arregle todo. Porque, ya se sabe: muerto el perro, muerta la rabia. Y, claro, fin del expediente.

jueves, 4 de marzo de 2021

Normalidad democrática.

 

Normalidad democrática debe ser  tener una Jefatura del Estado heredada de una dictadura; que se archiven las diligencias del chat de militares jubiletas que proponían laminar a 26 millones de españoles, mientras encarcelan a un rapero de chichinabo por decir lo que es vox pópuli; que tengamos a un partido (PSOE) que se dice republicano y para demostrarlo defienda a la Monarquía hasta la extenuación; que los escándalos del emérito los saquen a la luz los periódicos y los tabloides más ultras; que fueran indultados los políticos del PSOE (Barrionuevo y demás comparsas de míster X) a los cuatro meses, mientras que los políticos catalanes del procés llevan ya tres años en el trullo; que los ex presidentes tengan derecho a pensión porque Felipe (González) así lo quiso, y que nadie todavía haya remediado semejante desaguisado; que las infantas vivan y hagan turismo sanitario protegidas por guardaespaldas pagados por el Estado; que el Rey sea inviolable y que todavía nadie haya encontrado tiempo de poner fin a semejante feudalismo; que la Jefatura del Estado sea oscurantista y no dé cuenta  detallada de sus gastos con pelos y señales; que no se haya celebrado un referéndum Monarquía-República tras 40 años de tan apabullante  normalidad democrática. 

lunes, 1 de marzo de 2021

Operación Plus Ultra.


                                                           Raticulín Abril


No hablo de los niños premiados por sus buenas conductas y agraciados con un premio, Operación Plus Ultra, qué va. Hablo de esa pandilla de desgraciados, extremos derechos, extremos izquierdos, que campan a sus anchas. Hablo de los nuevos fachas europeos, de los ultras izquierdosos, hablo de los QAnon americanos, de los integristas de todas las religiones… Hablo de esa peste, de esa chusma, que lo único que desea es la destrucción del prójimo, inmigrante, migrante, y de todos aquellos que no piensen como ellos. Hablo de ese virus que muta, ahora cepa negacionista, ahora variante terraplanista y siempre conspiranoicos e imbéciles víricos. ¿La Tierra es plana? Vale, pero no rompas las papeleras. ¿Con la vacuna de la Covid 19 nos inoculan un chip? De  acuerdo, ¿y del virus de la tontería que tienes inoculado tienes algo que decir? Hablo de este mundo en el que los Miguel Bosé de la vida se convierten en líderes de opinión versión cantante, y donde una actriz por 25 pesetas hace el papelón de su vida, para después despacharse afirmando con Franco se vivía mejor. Claro, guapis, y sin vosotros estupendamente.